
LA CASA QUE LOS SOMBREROS
CONSTRUYERON
Recientemente nombrada como la atracción turística más subestimada de EE.UU., la Stetson Mansion en DeLand, Florida, se mantiene como una de las casas más innovadoras de su época.
Por Andrew Bradbury
"NADA QUE NO SEA DE CALIDAD GENUINA"
Ese fue el principio rector de John B. Stetson cuando comenzó su negocio de sombreros en 1865 y, podría decirse, también cuando encargó al arquitecto George T. Pearson la construcción de su residencia de invierno en DeLand, Florida, en 1886. El resultado fue una mansión que se convertiría en una de las casas más innovadoras de Estados Unidos en su tiempo y que, tras años de restauración, fue recientemente nombrada por TripAdvisor como la atracción turística más subestimada del país (y una de las diez principales en todo el mundo), sumándose a otros reconocimientos similares de distintos portales de viajes.
Pearson, quien ya había diseñado la revolucionaria fábrica de Stetson en Filadelfia, combinó detalles arquitectónicos de estilo cottage, gótico, Tudor, morisco y, de manera inspirada para una estructura secundaria, polinesio, para crear una maravilla del alto estilo victoriano: una casa de casi 10,000 pies cuadrados que es un ejemplo sobresaliente del esplendor de la Era Dorada. En la mansión se utilizaron dieciséis patrones únicos de pisos de parqué entre los niveles primero y segundo, algunos inspirados en colchas de los siglos XVII y XVIII, e incluso dos diseños tridimensionales que crean un efecto óptico tipo Escher. Los ventanales de la casa fueron embellecidos con 10,000 paneles de vidrio individuales, muchos de ellos con vitrales artísticos.


El huerto de cítricos de Stetson, con “casas de listones” temporales construidas para proteger los naranjos del frío (izquierda) y una imagen de archivo de la mansión.
La casa también fue una maravilla técnica. El industrialista y amigo de Stetson, Henry Flagler, construyó un ferrocarril privado para transportar directamente los materiales de construcción a la propiedad. Thomas Edison en persona (otro amigo de Stetson) supervisó la instalación del sistema eléctrico, haciendo de la mansión la primera residencia privada en Florida —y una de las primeras en el mundo— diseñada específicamente para ser totalmente eléctrica.
Contaba además con calefacción a vapor, agua caliente y fría en los tres pisos, y un sistema de timbres eléctricos que sonaban por toda la casa, colocándola a la vanguardia de la comodidad moderna. A esto se sumaban tres baños interiores: un verdadero lujo impensable en esa época.

El extenso terreno de 300 acres de naranjales que rodeaba la mansión incluía jardines, glorietas y fuentes, además de una variada fauna local. Pavos reales y monos vagaban libremente por la propiedad, y Stetson tenía al menos dos caimanes salvajes de Florida, llamados “Ponce” y “DeLeon”, que solía mostrar orgullosamente a sus visitantes —una visión exótica para la mayoría de los no floridanos.
Entre las estructuras destacadas estaba una escuela privada de 800 pies cuadrados para educar a los hijos de Stetson durante sus inviernos en DeLand. Esta construcción de estilo polinesio contaba con un impresionante techo arqueado de listones de 15 pies de altura, otorgando al lugar un encanto tropical que seguramente hacía más llevaderos los días de escuela bajo el sol de Florida.
Aunque hoy en día es común, Stetson fue uno de los primeros estadounidenses adinerados en pasar los inviernos en el Estado del Sol. Con el tiempo, atrajo a Florida a distinguidas familias como los Astor, Vanderbilt, Mellon y Carnegie, además del Príncipe de Gales (futuro Rey Eduardo VII) y el Presidente Grover Cleveland. Todos ellos fueron recibidos con la fastuosidad propia de la época.
Y aunque ese periodo de la vida de Stetson —reflejado en la mansión— estuvo marcado por el esplendor, también fue una etapa de gran filantropía. Apoyó fervientemente a los negocios locales, impulsó el crecimiento de la infraestructura de la región y, con frecuencia, abría su hogar a los residentes de DeLand, al igual que a sus ilustres invitados.
Su legado perdura, incluyendo la financiación del DeLand College, que más tarde se convertiría en la actual Universidad Stetson.
John B. Stetson falleció en su casa de invierno en 1906 tras una larga enfermedad. El mobiliario original de la mansión fue vendido en 1920. A partir de 2006, en el centenario de su muerte, la mansión fue sometida a una meticulosa restauración y renovación a manos de los propietarios privados Michael Solari y JT Thompson, quienes preservaron todos los detalles arquitectónicos originales, incorporando además mejoras y decoraciones modernas que respetan el espíritu ecléctico del diseño inicial.

Hoy en día, la Stetson Mansion está inscrita en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Aunque sigue siendo una residencia privada, la mansión organiza eventos y bodas, y cada noviembre abre sus puertas para su tradicional evento de tres meses: el “Christmas Spectacular”, en el que se viste con miles de luces y decoraciones temáticas para la temporada navideña.
Durante el resto del año, se reanudan los recorridos históricos (con reserva obligatoria), donde los visitantes pueden conocer más sobre la vida de John B. Stetson y explorar cada rincón de la mansión: desde sus ornamentados pisos de parqué y vitrales, hasta la caja de fusibles original supervisada por Edison —que aún conserva anotaciones de su puño y letra—, además de la encantadora escuela polinesia, ahora convertida en un acogedor retiro de una sola habitación.
En definitiva, no hay mejor lugar para colgar el sombrero.

Fotos cortesia de The Stetson Mansion
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